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Violencia institucional

¿Cuándo y dónde murió?

Caso Maldonado: las últimas novedades

La familia de Santiago Maldonado ha dicho en las últimas horas: «Todavía la investigación no empezó para nosotros». Mientras siguen reclamando que avance la causa en la justicia federal, pidieron, además, que se incorpore el testimonio del perito Enrique Prueger, cuyo relato puede dar un giro radical en el expediente.

Por: Redacción Perycia
Foto: Matías Adhemar
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¿Cuándo y dónde murió Santiago Maldonado?

Son preguntas centrales que aún no han sido respondidas en la causa. Y que con el testimonio reciente en los medios del perito Enrique Prueger, el caso, que para la opinión pública se creía «resuelto», volvió a ponerse en tela de juicio.

A través de una investigación independiente, el perito analizó la autopsia y puso en duda la versión oficial. Prueger, que trabajó con casos resonantes de los últimos 30 años, concluyó que el cuerpo de Santiago Maldonado no estuvo 78 días sumergido en ese lugar, y que, por lo tanto, fue «plantado por alguien» desde unas horas a unos diez días antes de su aparición, el 17 de octubre de 2017. Según su hipótesis, o Maldonado «murió ahogado y su cuerpo fue escondido en algún lugar antes de ser arrojado al río para que se lo descubriera» o «Santiago fue apresado, escondido (si había sido golpeado tal vez para esperar que sus golpes desaparecieran) y luego ahogado y colocado en ese lugar».

¿De qué manera llegó Prueger a dicha conclusión? Para el especialista, los peritos que firmaron la autopsia en noviembre pasado ignoraron el punto 10 del informe, en el que la bióloga y palinóloga Leticia Povilauskas detalla el tiempo que pudo perdurar el polen hallado en la ropa de Santiago.

El texto, ubicado en la foja 54, dice que «bajo ningún punto de vista los granos de polen encontrados en las muestras peritadas, puedan permanecer adheridos a las prendas anteriormente citadas, sumergidas en el lugar del hecho descripto por un período de tiempo prolongado».

La bióloga lo justifica por «la mínima velocidad que pueda tener la corriente de flujo en el río, la energía presente en el medio acuático y la cantidad de oxígeno removido en el lecho», por lo que, explica, «todas estas condiciones hacen que el polen se desprenda fácilmente de las ropas, sobre todo en materiales de nylon tipo impermeable como es el caso del pantalón». Por eso, según su informe, en no más de 20 o 30 días los granos de polen deberían haber desaparecido.

«Mi experiencia me indica que los ahogados en ríos patagónicos muestran otro tipo de cadáver», comentó el perito jujeño, que trabaja hace años en Neuquén. La autopsia a Maldonado concluyó que el joven tatuador murió por ahogamiento coadyuvado por hipotermia, pero nunca definió el tiempo que Santiago permaneció muerto bajo el agua. Aquel informe, que todos los peritos de las partes firmaron, estimó que el cuerpo estuvo en el río Chubut 53, 60 o 73 días, y que no había rastros de que hubiera sido movido del lugar donde apareció.

Para Prueger, los peritos «ignoraron a sabiendas» este análisis incluido en la autopsia, pues «echaba por tierra la data prolongada de la muerte y no podía superar los 30 días y más aún obtuvieron huellas dactilares y cualquier autor, aun los antiguos de la década del 20 del siglo pasado, expresan que el guantelete se sale en un máximo de 20 días. Estos dos argumentos eran infranqueables para los peritos, pues no podían concluir nunca con una data de más de 70 días».

Para sostener esta hipótesis, Prueger hizo su propio experimento en el río Chubut y determinó que, además de «ignorar» el informe de la bióloga, hubo errores en las mediciones de la temperatura del agua, que permitieron inferir sobre el tiempo sumergido que figura en la autopsia. «El cuerpo de Santiago Maldonado, que se dice estuvo en el agua durante 78 días, tenía las papilas de los dedos de las manos y en condiciones por haber sido identificado mediante el procedimiento respectivo, los tatuajes en la espalda se podían distinguir y presentaba apenas algunos mordiscos de fauna, como si ese cuerpo hubiera permanecido en el agua pocos días. Es imposible que el cuerpo de Santiago haya podido permanecer allí sin experimentar una descomposición y ataque de la fauna presente en el lugar», explicó Prueger.

Lejos de cerrar el caso, las pruebas relevadas en el expediente todavía no despejaron varios interrogantes, entre ellos, dos principales: ¿Cómo fue que Santiago Maldonado se ahogó en un río de treinta centímetros de altura? ¿Cómo fue que nadie lo encontró previamente tras varios rastrillajes?

Nueve meses después de que la justicia le haya negado a Verónica Heredia -abogada de la familia- la petición de hacer una investigación con especialistas independientes a los poderes estatales, la pericia realizada por Prueger aparece como un salvavidas entre la marea revuelta.

Según le aseguró a los medios, Heredia confirmó que el estudio realizado por el criminalista jujeño no fue pedido por el entorno de la familia, pero que está a tono con los interrogantes que tiene la familia Maldonado acerca de la investigación judicial. “Es un trabajo por su cuenta, pero las conclusiones que trascendieron están en sintonía con nuestras dudas sobre la autopsia”, dijo la letrada.

El informe del perito, en efecto, realza las dudas: aún no pudo ser demostrado en la causa judicial que Maldonado murió el 1° de agosto al mediodía, exactamente en el mismo lugar en el que los testigos lo vieron por última vez y que su cuerpo se mantuvo allí durante los 78 días siguientes hasta ser hallado el 17 de octubre.

¿No sigue siendo otro escollo importante para la justicia que  buena parte del Río Chubut esté ubicado dentro de las tierras de Bennetton, con lo que eso significa?

Con respecto a la investigación de Enrique Prueger, el hermano de Santiago, Sergio Maldonado dijo en conferencia  que “va en la misma línea de lo que venimos planteando, que el 24 de noviembre fuimos a la Morgue Judicial y el equipo de forenses no pudo responder ninguna pregunta, no podían determinar si había muerto el 1 de agosto, tampoco podían decir cuánto tiempo había estado en el agua, si fueron 78 días o no, y ni siquiera podían saber si había estado en el mismo lugar donde se lo encontró. No pudieron responder nada, sólo que la causa fue ahogamiento con ayuda de hipotermia, no se sabe cómo, cuándo, dónde”.

Y agregó: “Afirmaron que había estado en el mismo hábitat, pero el río es extenso, por eso cuando responsabilizo al Estado lo hago porque primero dijo que nunca estuvo allí, después fue ahí el Estado (Prefectura) el 5 de agosto y el 18 de septiembre y no lo encontraron, y mágicamente aparece el 17 de octubre”.

Para el hermano del tatuador anarquista “por error u omisión, o como quieran decirle, el Estado es responsable en cualquiera de los escenarios: al haber dicho los primeros días que no estaba ahí admitió que era desaparición forzada, no lo inventamos nosotros”.

A quienes siguen sosteniendo que su hermano se ahogó, como si hubiera sido por accidente, Maldonado les respondió: “Incluso suponiendo que hayan sido los mapuches, el contexto fue con Gendarmería con más de 130 efectivos entrando en un territorio sin orden judicial, son ellos los responsables porque entraron tirando balas de goma y de plomo, son los responsables de que Santiago estuviera desaparecido. Imaginen otro escenario, imaginen que a Santiago le gusta ahogarse solo, se mete en el río y se ahoga, quién generó eso es el Estado con la Gendarmería. Desde el 4 de agosto cuando nos presentamos en la audiencia debieron apartar a los gendarmes, el juez Otranto debió hacer una investigación imparcial, exhaustiva y eficaz. Por el contrario, intervino mi teléfono y el de testigos, y nos persiguió a todos nosotros”.

Maldonado enfatizó que no creen en el Estado en esta investigación. “Por eso pedimos un grupo de expertos independiente: ingresaron al territorio de manera ilegal, desaparecen a Santiago durante 78 días, aparece muerto e investigan Prefectura y Policía Federal. Quien dispara a Rafael Nahuel por la espalda el mismo día del velatorio de Santiago fue la Prefectura, quien filtra la foto del cuerpo de Santiago en la morgue, cuando tenía que haber tenido más delicadeza, fue un médico de la Policía Federal, que sigue trabajando en el Hospital de Esquel y encima acusa a un medio local con un juicio”, describió. “Ese es el aparato estatal que nos pasa por arriba», concluyó.