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Crónicas de la Justicia

Entrevista

El juez Luis Arias en la mira

El magistrado podría ser destituido por incumplimiento de deberes y abuso de autoridad. Luis Arias, el juez que defienden las organizaciones sociales, recibió a Perycia en su casa. Dice que para el Gobierno es un “estorbo” y que lo persiguen por sus sentencias contra los tarifazos y a favor de los gremios docentes.

Por: Julieta Ferrari
Foto: Nico Freda
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El gato salta sobre los expedientes… Y en ese colchón se queda.

—Las verdaderas razones por las que yo estoy acá son las cuestiones tarifarias o las de los docentes, no éstas— dice Luis Federico Arias y señala la planilla con las denuncias que podrían derivar en su destitución. Son 21 acusaciones por mal desempeño en sus funciones, irregularidades administrativas, abuso de autoridad, prevaricato e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Arias recibe a Perycia después del almuerzo, en la intimidad del escritorio de su casa que se convirtió en despacho desde que fue obligado a dejar el juzgado. En noviembre del año pasado fue suspendido de forma “preventiva” con el 40 por ciento de su sueldo embargado. En la mañana de este jueves 2 de agosto Arias enfrentará el primer debate oral y público del juicio político que lo puede destituir definitivamente. Algunas horas antes, rodeado de libros y pilas de papeles, da un sorbo prolongado al mate de yuyos. Al sol del parque se ven reposar los perros y en el centro de la mesa de madera, el libro del Premio Nobel de Economía, Joshep Stiglizt: “El precio de la desigualdad”.

En el 2017, Arias dictó dos fallos para frenar el aumento de tarifas de luz en La Plata y el interior de la Provincia. Los tarifazos habían sido aprobados por el Gobierno bonaerense y afectaban a millones de usuarios de las distribuidoras de energía EDELAP (La Plata y región), EDES (sur bonaerense), EDEA (costa atlántica), EDEN (norte de la provincia) y las más de 80 cooperativas del interior. Recuerda el juez, que las cuatro primeras están en manos de Rogelio Pagano, quien compró las empresas y obtuvo una ganancia de entre 2.300 y 2.700 millones de pesos en tres meses.

 – Imagínate que venga un juez y te suspenda un mes de ganancias- reflexiona Arias.

Pero los tarifazos no fueron los únicos asuntos que lo enfrentaron con el gobierno de Vidal. Arias frenó también los descuentos por paros a los docentes y auxiliares de la Educación y antepuso siempre el derecho a huelga, incluso frente a las conciliaciones obligatorias dispuestas por el Ministerio de Trabajo.

 Como titular del juzgado en lo Contencioso Administrativo 1 de La Plata, un fuero encargado de investigar responsabilidades del Estado, también dictó fallos similares que afectaron a la administración del ex gobernador Daniel Scioli: le frenó un aumento del agua a la empresa ABSA y defendió a los trabajadores estatales cuando desde el gobierno quisieron dividir el pago de los aguinaldos.

 —Mi criterio siempre fue el mismo, no importa el gobierno que esté de turno.

 Arias se levanta de la silla, busca una carpeta en la estantería de madera y saca una planilla que sintetiza los cargos formulados en su contra, promovidos por el Procurador de la Suprema Corte, el ex funcionario de Vidal Julio Conte Grand junto con fiscales y jueces penales.

 —El principal cargo fue haberle requerido a Paolini que no oficialice la cantidad de muertos en la inundación del 2 de abril de 2013. Dijeron que eso era abuso de autoridad por impedirle investigar al fiscal, cuando en realidad lo que más queríamos nosotros era que se sepa la verdad.

 En ese momento, el juez llevaba a cabo una investigación contra el gobierno de Scioli por irregularidades y ocultamiento de decenas de víctimas fatales. Mientras tanto, el fiscal Jorge Paolini a cargo de la causa penal, oficializaba erróneamente en los medios de comunicación el número de muertos que había difundido el Ejecutivo.

Otra de las causas que tiene el magistrado en su contra es por haber dictado una medida cautelar para que una persona privada de su libertad pueda atenderse en un hospital público, contra la orden del juez penal que había exigido su detención.

—Esa persona cumplió su condena, trabaja, integra algunos colectivos como La Cantora. Esa sentencia le salvó la vida. Para ellos fue una violación de la competencia del juez penal. Ponen la competencia delante de la vida.

Los cargos restantes son sobre decisiones jurisdiccionales en relación a los desalojos masivos en Gorina y Abasto, donde Arias presentó medidas cautelares para frenar los operativos policiales que no preveían viviendas alternativas para las personas que quedaban sin el derecho a la vivienda.

– Protegé el derecho a la propiedad, pero también protegé el derecho a la vida. No podes dejar que los niños y las familias se queden en la intemperie.

 Tildado por sus denunciantes como “kirchnerista” con aspiraciones políticas partidarias, Arias tuvo una acusación más por firmar una solicitada contra las políticas de Cambiemos publicada en los medios con el título “La unidad en defensa de la democracia”, pero finalmente la presentación quedó afuera del juicio político.

Desde la oficina de su casa prepara la defensa para el juicio donde va a ser representado “gratuitamente” por sus amigos colegas Analía Elíadez y Marcelo Ponce Nuñez (abogado de la Asociación de Trabajadores del Estado).

 —Los jueces no podemos ser juzgados por el contenido de nuestras sentencias. Es como la libertad de expresión. No podes ser juzgado por interpretar el derecho de otra manera. Todas son decisiones tendientes a proteger derechos fundamentales.

«[…] SE TERMINA LA DURA SEMANA Y YO SÉ BIEN QUE MAÑANA NO TENGO QUE MADRUGAR PERO AL DESPERTARME PEDIRÉ AL DIOS PUNEÑO QUE LA LUNA ALUMBRE SIEMPRE, SIEMPRE MÁS… » 

Luis Federico Arias deja la guitarra en un rincón, junto al piano. Al lado, sobre un baúl antiguo, duermen cuatro filas de expedientes.

 El juez utiliza los ratos libres para componer canciones. En un futuro quiere lanzar un disco con su banda Tierra Mestiza. Pero ahora piensa en el juicio político que puede terminar con su destitución. El Jury de Enjuiciamiento estará encabezado por Julio Pettigiani, el presidente de la Suprema Corte bonaerense, e integrado por 5 legisladores (senadores y diputados provinciales) y 5 conjueces abogados de distintos Colegios de Abogados seleccionados por “sorteo”: Roberto Costa (Cambiemos), Walter Carusso (Cambiemos), Jorge D’onofrio (Frente Renovador), Pablo Garate (Frente Renovador), Santiago Révora (Unidad Ciudadana); Diego Molea de Lomas de Zamora, Fabián Gonzalez de Morón, Osvaldo Pisani de San Isidro, Ambrosio Bottarini de Pergamino y José Apaz de San Martín.

 La resolución del juicio será nominal, por sí o por no y llegará a una sentencia en menos de un mes. En el caso de que el Jury falle a favor de la destitución del Juez, Arias se propondrá llegar a instancias internacionales porque está convencido de que “es una infamia”.

 — Cuando fallé contra el aumento del agua había cerca de 50 jueces en el país decidiendo lo mismo. Hoy no hay uno sólo que suspenda las tarifas. El problema no es Luis Arias, están cuestionando un modelo de justicia, un paradigma jurisdiccional. Es un mensaje hacia el interior del Poder Judicial y los demás jueces… Las consecuencias de esto están a la vista —dice y ceba otro mate —.Con un gobierno que alienta y defiende los intereses corporativos, somos conscientes que somos un estorbo.

El magistrado cuenta con el apoyo de organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, asambleas vecinales y sindicatos que se convocaron para acompañarlo en el inicio del Jury en el anexo de la Cámara de Senadores. “Hasta los trabajadores de Astilleros en asambleas se han expresado en mi favor. Tengo el respaldo de cerca de siete mil personas”, cuenta. El aliento se extiende por las redes sociales, donde incluso Hebe de Bonafini aparece con una carta en la que le dice “amigo” y “compañero”.

El día que comienza el juicio, los diarios dan detalles de los nuevos aumentos en las tarifas de luz e informan sobre multas millonarias al gremio docente SUTEBA por incumplir la conciliación obligatoria.

 —Mi jurado es la gente. Nunca antepuse mis intereses personales. Lo demás son movimientos políticos de ajedrez.