social social social social social
Crónicas de la Justicia

«A mi hija quisieron secuestrarla desde una camioneta»

Patricia Bruzzone es la madre de María Paz, una joven de 18 años que la mañana del 1 de octubre fue víctima de un intento de secuestro. Desde adentro de una camioneta blanca, cuando esperaba el micro en Villa Elisa, un hombre la tomó del brazo y por los gritos de la joven y la reacción de un peatón, el secuestro pudo evitarse. Patricia habló con Perycia y contó los detalles de un hecho que pone en evidencia el desamparo de las adolescentes y jóvenes en la ciudad.

Foto: Matías Adhemar
imagen destacada

Una camioneta Fiat Traffic, de color blanca. Un hombre, quizás dos o tres. Pero, por lo menos, un hombre. María Paz, de 18 años, estaba esperando tomar el colectivo como todas las mañanas, el 1 de octubre, en la parada de Arana y Belgrano de Villa Elisa. Se había quedado dormida y fue rápidamente a esa esquina donde pasa el 273 para no llegar tarde a la entrada en su colegio, el Vergara de La Plata. Estaba sola. Eran las siete menos cuarto. Y entonces lentamente vio cómo se acercaba una camioneta blanca a una dársena, cerca de la parada.

«No le llamó la atención porque ahí suelen estacionarse autos para comprar en negocios, hay una panadería pegada a la parada -dice Patricia Bruzzone, madre de María Paz, a Perycia-. Lo que me cuenta mi hija es que de repente se abre una puerta de atrás de la camioneta y la tironean del brazo. Y ella empieza a desesperarse y a gritar, entonces un tipo que estaba cargando gas en una estación de servicio de enfrente sale corriendo para ayudarla y ahí la camioneta huye rápidamente».

Bruzzone dice que el relato quedó grabado en una cámara de una farmacia que está ubicada a 50 metros de donde ocurrió el hecho. «Es una de las esquinas céntricas más transitadas de la zona y hay cámaras de la municipalidad, pero no funcionan. Y es posible que los que iban en la camioneta supieran de que en la estación de servicio hay otras, porque hicieron una maniobra rara para evadirla y huir doblando en U».

En los últimos tiempos, en distintas partes de la región, se han conocido distintos tipos de intentos de secuestro a jóvenes, aunque ninguno ha sido relacionado con dicha camioneta. En el caso de María Paz, la comisaría lo caratuló como «privación ilegal de la libertad». A su madre, en la dependencia policial, demoraron en tomarle la denuncia.

«En la comisaría no me trataron muy bien. No nos respetaron -continúa con el relato Patricia-. Mido un metro cincuenta y tengo cara de nena, quizás me subestimaron. «¿Usted quién es?», me preguntó un policía. «La mamá», le dije. Mi hija estaba nerviosa. Es una chica de pueblo, sencilla. El policía se le empezó a reír y cuando le dije que tenía un tío que es fiscal federal, ahí cambiaron el trato y me dieron pelota».

Por último, se mostró preocupada  por el desamparo en el que siguen estando las adolescentes y jóvenes cada vez que se encuentran solas. «Esto no fue un mito, fue algo que sucedió en pleno centro de Villa Elisa, a plena luz del día, en un lugar donde circula un montón de gente. Mi hija quedó asustada, al otro día la tuve que acompañar a la parada. Tengo miedo por ella, el año que viene va a empezar la facultad».